Aristóteles dijo una vez que
“La verdadera felicidad consiste en hacer
el bien”. Con este pequeño (y sabio) extracto deducimos pues, que si
hacemos el bien seremos felices, y si hacemos el mal seremos infelices. Sin
embargo, ¿qué ocurre si nos mostramos pasivos ante los acontecimientos de la
vida?
Principio
de No Neutralidad
Como bien es sabido, se ha
establecido un nombre para cada Raza,
nombrando a los Descendientes según
sean buenos o malos (usaremos en este análisis los términos europeos, por ser
los más comunes). Sin embargo, también existen Descendientes que no hacen un uso bueno o malo de sus poderes.
Simplemente conviven con ese don, sin favorecer o entorpecer a nadie. Entonces,
¿qué nombre deben recibir?
Tal y como se ha averiguado
tras el estudio de antiguos textos encontrados, todos aquellos Descendientes que fueron bendecidos por
Gea, asumiendo con ello el poder de la Ofrenda,
debían usar sus dones para defender y promover el bien y la justicia. Quedaba
pues patente que al tratarse de seres tan poderosos, muy por encima de los
humanos*, tendrían la enorme responsabilidad de velar por el devenir de la
Humanidad. Por eso estaban todos obligados a ser, teóricamente, buenos. Por
supuesto, esto no era siempre así, y muchos Descendientes usaron su poder para imponer su voluntad sobre los
demás. Aquella dualidad fue el principio de la disgregación por nombres según
el uso de sus Ofrendas. Sin embargo,
hubo muchos Descendientes que fueron
neutrales y que no hacían ni el bien ni el mal. Esa idea no gustó mucho entre
los líderes de la época, llegándose a establecer el Principio de No Neutralidad. El
Principio de No Neutralidad fue una “ley no escrita” en la que todo Descendiente que no usara su poder para
el bien común sería considerado como “malvado”. Por supuesto, en la definición
de “no usar las Ofrendas” para el
bien se incluía el mero hecho de no usarlas, es decir, que si algún Descendiente se comportaba de manera
neutral, aun así sería considerado como un Demonio,
Destructor u Oscuro. Por decirlo de una manera sencilla, la pasividad se
contemplaba también como una maldad.
En la actualidad, el Principio de No Neutralidad ha cambiado
absolutamente su significado. De hecho, la forma de nombrar a los Descendientes, según sus conductas, se
ha visto modificada en los tiempos modernos. En la actualidad, los términos
usados para determinar a las Razas son
los que comúnmente se conocen, y sirven para definir tanto a los que usan su
poder para el bien, como para los Descendientes
neutrales (es decir, que a los que tuvieran una motivación neutral también se
les llamarían, por ejemplo, de Raza
Héroe). Por lo que a día de hoy, solamente se consideran como Razas “malévolas” a aquellos Descendientes del Caos que realmente usan sus poderes para hacer el mal o
provocar perjuicios a otros seres vivos (humanos o Descendientes).
*NdA: la definición de “humanos” se
ha adoptado simplemente para facilitar la diferenciación entre los Descendientes (es decir, aquellos que
poseen el don de la Ofrenda), y
aquellos cuya genética es demasiado débil como para mostrarla. Se sabe que
todos provienen de las mismas raíces, pero se usan los términos “Descendiente” y “humano” para
diferenciarlos.
Me ha gustado mucho esta entrada. Creo que muchos teníamos esta duda sobre cómo se denomina a un descendiente que no usa sus poderes ni para el bien ni para el mal. Así que en el mundo de los Descendientes hoy en día, la neutralidad está considerada como equivalente a hacer el mal.. Resulta interesante y un buen elemento para reflexionar...
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